"Mi juventud fue triste, y fría, y estéril..." VVG
22 de Mayo
Queridísimo hermano,
Poco a poco los días se van haciendo más largos, y el viejo árbol trata de retoñar un año más en gigante herido.
Mi ánimo florece cada mañana bajo el azul líquido de Saint-Remy, y he vuelto a trabajar con frenesí en mi jardín cerrado.
El doctor dice que mejoro, y mis anhelos retornan a llenar el color de mi maltrecha paleta.
Aun así, cuando cae la noche mis temores vuelven a aflorar inexorables.
Ayer mismo, tornaron mis más amargos presagios en forma de sueño inquietante y desolador.
.
Soñé que volvía junto a ti, a nuestra querida Dreiländereck; paseábamos junto a la catedral sintiendo el aroma dulce de la primavera, que emana del postrero reposo de nuestro querido Erasmo.
Descendimos por la orilla verde del Rin hasta el magnífico Hotel de los Tres Reyes.
En un determinado instante, el cielo se cubrió de plomo, envolviendo de oscuridad la llamada misteriosa que me impelía a correr desesperadamente hasta el Palacio de Kunst.
A mi llegada, una multitud sombría se arremolinaba ante la formidable escalera, flanqueada por estandartes que proclamaban mi nombre...
Atravesando el gentío, como un espectro, alcancé la primera sala, y no podrás creer lo que pude contemplar. En la misma colgaban obras mías por doquier; el campanario de Zundert, la casa amarilla, los tejados de Paris, los campos de Arles, todos estaban allí, observados codiciosamente por una muchedumbre silenciosa que, como siempre, ignoraba mi presencia.
.
Nadie era capaz de responder a mis atormentadas suplicas, que resonaban estériles como un eco perdido en la inmensidad de la sala gris.
Al fin sentí que alguien me observaba. En el fondo de la estancia, advertí que uno de mis propios retratos traspasaba con su mirada la masa humana y amorfa, para devolverme el reflejo de su amargo llanto, constreñido en una fina capa de pintura. Uno de los dos no debería estar allí. Quizá ninguno de los dos.
Un escenario de equilibrio roto, como mi propia existencia, impregnó mi mente, y recordé la desdicha de haber descubierto tan temprano el secreto de la inmanencia en las visitas que repetíamos a mi propia tumba...
Y ahora, otra brutal profanación de mis desvelos.
Desperté bañado en sudor, y ya no pude volver a conciliar el sueño.
.
Mi querido Théo, creo que nunca te haré llegar esta carta.
No haría más que inquietarte, y tu nueva vida con Johanna no merece más quebrantos por mi inútil causa.
Confío en que las cosas cambien, y puedas vender por fin alguna de mis obras, para intentar mejorar mi helada existencia, consagrada por el destino a un seguro y amarillo olvido.
Siempre tuyo, Vincent.
.
PS: Desde el 24 de Abril hasta el 27 de Septiembre de 2009, se exhibe en Kunstmuseum de la ciudad suiza de Basilea la exposición "Zwischen Erde und Himmel: Die Landschaften", antología de paisajes de Vincent van Gogh.
.
Durante su infancia, Van Gogh fue obligado por su padre a acudir regularmente a orar ante la tumba de su hermano, también bautizado con el nombre de Vincent, que nació muerto el 30 de Marzo de 1852, exactamente el mismo día, un año antes de que naciera el propio artista.
Como es bien sabido, Vincent Van Gogh únicamente vendió una obra durante el transcurso de su existencia. En la actualidad, uno de sus cuadros ostenta el record de ventas, siendo subastado por Christie's en 1990 por 82,5 millones de dólares.
.
La indispensable muestra presentada en Basilea, excepcional por su belleza, es además una paradójica y ejemplar semblanza de la miseria del mundo comercial del Arte, extrapolada directamente de nuestra incalificable condición humana.
1 comentario:
Me alegra saber que era una carta del pintor de los girasoles, y no tuya...
Necesario recordatorio querido amigo.
Un fuerte abrazo desde este Madrid cada día menos hospitalario pese a lo que diga la oficialidad.
Publicar un comentario