La carrera mística de la especie humana deriva hacia una, cada vez más patente, humanización de sus ídolos. La consecuencia no puede ser más entretenida; dioses con atribuciones humanas, y hombres con características divinas.
No sería de extrañar que, en un futuro cercano, alguna religión sincera promulgue por fin este nuevo dogma, mucho más acorde con nuestras pretensiones:
“Y Dios fue creado a imagen y semejanza del Hombre...”
1 comentario:
¿Todavía de vacaciones?
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