viernes, 31 de octubre de 2008

“A los españoles, siempre entretenidos en disquisiciones ideológicas, la revolución tecnológica del último cuarto del siglo XX nos ha pasado por delante de las narices a la velocidad de un ave. Me temo que la próxima nos pasará de largo a la velocidad de un electrón. Es nuestra personal e intransferible interpretación del I+D”

jueves, 30 de octubre de 2008


La superbolsa o la refundación del capitalismo

“La riqueza es como el agua salada; cuanto más se bebe, mas sed da” - Arthur Schopenhauer

Tengo un amigo que durante el transcurso de las reuniones de negocios, en los momentos de más fragor, siempre decía: “Permitidme una aclaración para añadir un poco más de confusión”. Yo me la voy a permitir desde este observatorio virtual.
Confío en que esta líneas ayuden a aclarar los entresijos de la crisis financiera mundial, que en el fondo son muy simples:
Todo comienza cuando los países emergentes comienzan a jugar con lo réditos de su trabajo; este capital sin pasaporte, y fruto de la actividad multinacional, comienza a viajar por el planeta en busca de rentabilidad. El mercado de valores de referencia, el norteamericano, al que se unen todos con el tiempo, no hace ascos (les hemos comprado todo) a esta reversión económica y comienza a aceptarla con sus propios mecanismos y estándares de control.
El festín bursátil está servido, llegándose, por la inercia especulativa, a que los productos financieros se sofistiquen de tal forma que el verdadero valor objetivo de estos productos, originados en cualquier rincón del planeta, únicamente se sostiene, en última instancia, por la solvencia productiva de los países que los generaron. En un momento dado, los países productores de petróleo deciden incrementar su precio recortando la producción. Esto hace peligrar la solvencia productiva de los países emergentes, y por ende del valor objetivo de los productos financieros, originales y derivados, en cuestión.. A partir de ahí, y ante esta incertidumbre, el mercado dominante se protege no aceptando el valor objetivo atribuido antes, a los capitales especulativos. La desconfianza se extiende y el sistema se cae, consecuencia lógica de la falta de regulación con carácter transnacional que homologue los criterios de valoración. El desajuste, en definitiva, se produce a partir de la aparición de una nueva economía transnacional, en el sentido geográfico de la expresión, que juega en mercados financieros de otros países, y con una clara dependencia, como siempre, del patrón de fondo real, que no es otro que el coste energético.
La solución al problema estrictamente financiero, para desconsuelo de los que sueñan con el fin del capitalismo, apuntando incluso al cierre de los mercados, se nos aparece evidente y se resolverá a corto plazo, probablemente en la próxima cumbre de Washington de una forma bien diferente:

La creación del primer supermercado de valores de ámbito mundial: La Superbolsa.

La unificación de los mercados, lógica consecuencia de la globalización, es a priori la única forma posible para establecer un marco que fije los criterios y los mecanismos valorativos de una forma objetiva y atendiendo a unas reglas globales.
La creación de la Superbolsa solucionará como digo la vertiente financiera del problema, otra cosa es la cuestión de fondo, la dependencia de los recursos energéticos tradicionales, que continuará como una espada de Damocles sobre cualquier mercado especulativo sea cual fuere su ámbito o dimensión.
Nosotros, los españoles, en este desarrollo entraremos como segundo plato, algo lógico si tenemos en cuenta nuestro peso real, y el hecho de que nos pasaremos una buena temporada dedicados al estéril intento de fiscalización del fondo, de administración secreta, que hemos creado para respaldar económicamente a nuestras “saneadas” entidades financieras. El preludio ya apunta a la tentación, por parte de los políticos, a conseguir el control económico de las Cajas de Ahorros que quedan fuera de su ámbito competencial, al pertenecer éstas a autonomías de distinta ideología a la suya, a través de estas “intervenciones” puntuales. El tiempo lo dirá.

Volviendo al asunto transnacional, la humanidad cíclicamente ha tenido que resolver los problemas que plantea el desarrollo desacompasado entre una necesidad concreta y su realidad evolutiva. Aquí estamos, ni más ni menos, ante el germen de uno de estos desafíos, de los que hasta ahora siempre hemos salido como aparentes vencedores.

Tengo la convicción de que, en alguna parte del planeta, algún sesudo economista quizá desconocido aún, acabará dando con esta lógica salida , y enunciará el diseño de puesta en marcha de este “Supermercado Mundial de Valores” que sin duda le valdrá el Premio Nóbel de Economía. Entretanto, yo me voy a otro supermercado bien distinto, al “Súper” de mi pequeño pueblo, dispuesto a comprar un caldo adecuado para brindar, anticipadamente, por la concesión de ese preciado galardón a tan insigne economista.
Un millonario nos invitó una vez a navegar en su barco de casi treinta metros. En un momento dado, mientras un marinero nos servía bandejas atiborradas de marisco, nuestro próspero armador me hizo esta confidencia:
-No sabes lo que tragan estos marineros. Se comen bocadillos como flautas, me traen a mal traer...-
En un aparte, los marineros me contaron que en una ocasión, el viejo se empeñó en no pagar los 100 dólares que les costaba atravesar el estrecho de Corinto. A cambio disfrutaron de 135 millas de navegación a vela con viento de proa de 40 nudos rodeando la península del Peloponeso.
Me lo creí a pies juntillas.

El vascongado errante

“Cuando alguien pretende construir su futuro ocultando su pasado, es que algo no se sostiene en su pretensión”. AP

El 12 de Septiembre de 1894 se inauguró en San Sebastián la estatua dedicada al Almirante D. Antonio Oquendo. El dato lo extraigo de una de mis lecturas favoritas, un volumen de “La Ilustración Española y Americana”publicado el mismo año de 1894.
Paso a transcribir parte del curioso artículo que ya ha cumplido más de 104 años:

“Entre los ilustres marinos que han concurrido con su contingente de gloria a enaltecer el nombre patrio, sobresale D. Antonio de Oquendo, á quien hoy eleva la ciudad en que nació (en 1577) sobre el pedestal en que se perpetúa la memoria de los héroes...
... Guipúzcoa es una de las provincias que ha contribuido con mayor número de sus hijo a aumentar el número de marinos ilustres, sostenedores del esplendor de las armas españolas. En prueba de esta afirmación, ofrecemos una breve reseña de quienes lo fueron mas notables. Con razón puede ufanarse el suelo guipuzcoano de ser cuna de tantos insignes varones, consagrados a la existencia del mar, entre los que descuellan Elcano, Oquendo, Lezo y Churruca”

El artículo continua con una extensa relación de personajes ilustres que he decidido extractar por su extensión:

▪ SIGLO XIII: Pelegrín de Uranza (Nacido en Irún) Capitán de una de las naves de la Armada de Bonifaz, al servicio de Fernando III el Santo (Rey de Castilla y León).
▪ SIGLO XV: Miguel de Villaviciosa, (Nacido en Pasajes) General de Marina de los Reyes Católicos. Primer Almirante de la Carrera de Indias.
▪ SIGLO XVI: Juan de Alcega, (Nacido en Fuenterrabía) General del Mar océano en tiempos de Calos V.
Cristóbal de Arriarán (Nacido en Arriarán) Almirante de la escuadra española en la expedición de Trípoli en 1510, en la cual murió.
Jaime de Zamora (Nacido en Lezo) Piloto mayor de las Armadas de Felipe II y gran explorador.
Juan de Aguirre (Nacido en Deva) Almirante General.
Pedro Sanz de Vencia (Nacido en Fuenterrabía) Almirante General de las Armadas y Flotas del Océano, y de la carrera de Indias.
▪ SIGLO XVII:
Mateo de Laida (Nacido en Pasaje) Almirante mayor de la Armada.
Felipe de Ugalde (Nacido en San Sebastián) Almirante; prestó señalados servicios en el Archipiélago de Filipinas.
▪ SIGLO XVII:
Blas de Lezo (Nacido en Pasajes) Teniente General de la Real Armada. Dióle merecida fama su defensa de la ciudad de Cartagena de Indias.
▪ SIGLO XIX:
Cosme Damian Churruca: (Nacido en Motrico) Brigadier famoso por su heroica muerte en combate en la Batalla de Trafalgar.
Tomás de Ayalde: (Nacido en Ursúbil) General de la Armada. Mostró su bizarro comportamiento en los combates de Cabo Finisterre y Trafalgar entre otros...

No me quiero quedar con el argumento histórico de fondo del artículo, bien conocido para cualquiera que haya estudiado nuestra historia, sino con el estado real de las cosas hace tan solo un siglo.
El artículo me ha traído a la memoria la conferencia “La falsificación en la Historia” que D.Julio Caro Baroja leyó en la Biblioteca Nacional hace muchos años, y de la que aún conservo como oro en paño, las notas manuscritas de la misma que D. Julio tuvo a bien obsequiarme.

La refundación contemporánea de España se ha practicado, en algunos casos, sobre una falsificación histórica que ha abarcado todos los ámbitos de nuestro pasado. La ocultación sistemática del pasado lo único que denota es la falta de fuerza moral de los argumentos de los que sueñan construir castillos en el aire.
Aunque pretendamos despertar de este sueño, vamos remando hacia un destino incierto con la compañía inevitable y eterna de buques fantasmas que tuvieron muy clara la motivación de su cruel y heroico destino.
Pero como decía la célebre frase atribuida a un famoso banquero español de los ochenta: “Los triunfadores no tienen pasado”.
Así acabó, sin pasado y sin futuro...

miércoles, 29 de octubre de 2008

Me descompongo cada vez que escucho esta frase:
-El agua es un bien escaso-
Es que nadie recuerda que “La cantidad total de moléculas de agua contenida en la atmósfera (y sin posibilidad de escapar) es siempre constante en sus diferentes estados”. Sospecho que esto ya no se debe enseñar en la escuela.

martes, 28 de octubre de 2008


La reforma prostitucional

“Los intentos por abordar posibles soluciones a los grandes problemas siempre dan una terrible pereza, por ello, las de los más sencillos ni siquiera se llegan a considerar” - AP -

Siempre encontramos intermediarios entre nosotros y nuestra propia responsabilidad.
Las críticas al sistema protestante y a su supuesta hipocresía marcando rigurosas penitencias sociales dirigidas al que se sale de la norma, son sin embargo interpretadas por nosotros como la mejor prueba de lo indiscutible de nuestros planteamientos: hemos conseguido convivir con un principio ético y su opuesto sin ningún rubor.

Nuestros políticos, más expuestos a la observación por su condición pública que otros estamentos de la pirámide feudal contemporánea, son un buen ejemplo de ello. No hay más que observar el velo social que se impone tácitamente para ocultar sus actitudes privadas. Aquí nadie entiende que el fundamento a la censura de un político que engaña a su esposa, no tiene ni mucho menos como factor principal, un fondo moralista, sino uno de carácter ético mucho más importante para el colectivo. Los anglosajones se plantean: “Sí tal o cual político engaña a su mujer, traicionando la confianza de lo que supuestamente más quiere, ¿Quién me asegura que no me va a traicionar a mí, que ni siquiera me conoce?”
Su base ética se fundamenta principalmente en la confianza colectiva lograda únicamente a partir de la individual.

Un claro ejemplo de nuestra sociología patria sobre los temas morales, se percibe claramente en el asunto de la prostitución.
En España la prostitución no es ilegal, pero a la vez tampoco está regulada. La cuestión, por frívola que parezca no lo es en absoluto.
En el año 2002 se estimaba que la industria más antigua del mundo movía en nuestro país en torno a los 12 mil millones de euros al año (dos billones de las antiguas pesetas) http://www.cesarsalgado.net/200208/020811e.htm. Sí es así, creo que el tema es digno de tomarse en consideración, sobre todo en la situación de crisis actual. Estamos ante un descomunal fraude fiscal a la vista de todos.

¿Qué esperan por tanto nuestros próceres para acometer su regularización inmediata? Estamos hablando de 2 billones de pesetas, seguro que mucho más actualmente, y por supuesto en dinero negro como el carbón, que por alguna extraña bula oficial escapa de sus obligaciones con el fisco, con lo que ello supone de agravio comparativo con el resto de “etiquetados” por la Hacienda pública. Los principales frentes de beligerancia y oposición a la regularización de ésta actividad vienen de dos polos aparentemente opuestos:
Por un lado tenemos al frente feminista, enmarcado en lo políticamente correcto, que enarbola la bandera de la dignidad de la mujer sobre cualquier otra consideración. Es curioso que este frente sea capaz de defender el derecho de las mujeres a hacer lo que quieran con su cuerpo, incluso en casos con “daños a terceros” como es el aborto, y sin embargo en este caso les parezca denigrante practicar sexo, voluntariamente, a cambio de dinero. Dirán que el problema es precisamente ese; el dinero. Su argumento lamentablemente nos llevaría a desmantelar la sociedad actual, ¿cuántas cosas se hacen a cambio de no recibir nada? De hecho y con este argumento cualquier trabajo sería denigrante, ya que tenemos que recibir un estipendio a cambio para desempeñarlo.
El segundo frente de oposición, se resume a algunas convicciones religiosas, curiosamente empleando el mismo argumento anterior sobre la degradación moral. La realidad se acerca más a una visión, plenamente legítima dentro de su club, del sexo como instrumento meramente reproductivo. La justificación histórica a esta oposición también existe, evidentemente es compleja y entre otras cosas se ve afectada por el problema sanitario derivado del mundo del sexo de pago, antes sin tratamiento adecuado. Hoy en día la situación médica ha cambiado sustancialmente, y afortunadamente las condiciones en nuestro país deberían permitir el control de las/los profesionales y usuarios/as implicados.
Esta regulación terminaría también en gran medida con el siniestro mundo del proxenetismo y sus mafias; el caso holandés es una buena prueba de ello.

La regulación acarrearía necesariamente un sustancioso ingreso para el estado a través de los impuestos hoy deliberadamente oscurecidos por la legislación que nuestros políticos nos han regalado.
No encuentro por tanto razones objetivas para evitar que la llamada profesión más antigua de la humanidad, sin entrar en su beatífica necesidad social, no pase de una vez a soportar una regulación y control como cualquier otra actividad económica.

Mientras tanto, continuaremos viendo en nuestros principales medios de comunicación escrita la enorme profusión de espacios publicitarios repletos de promesas de placer a cambio del vil metal, compradas por cierto con dinero de dudosa legalidad fiscal, y escritas al parecer con tinta invisible para los responsables de nuestro gobierno y hacienda pública.

Y luego dicen que Hacienda somos todos, desde luego en nuestro país todos menos los chulos y las putas diría yo.

lunes, 27 de octubre de 2008


El valor mágico de las palabras

“A los caballeros se les reconoce por sus hechos y no por sus palabras” - Miguel de Cervantes

Es sorprendente la reacción humana a las palabras. Una simple palabra, siempre al albur del viento, es capaz de desencadenar una guerra y otra es capaz de terminarla. Pienso que esta característica cada vez nos acarreará más frustraciones en el mundo moderno. En la sociedad española siempre hemos tendido, además, a aislar las palabras de su significado y por ende de los hechos que representan, creando gran confusión. Los medios de comunicación han contribuido especialmente a que esto sea así, expresando opiniones cotidianamente sobre hechos sin contrastar y asignando al mismo tiempo significados falaces a cualquier termino, llegando a crear incluso profundas corrientes de opinión vacías de contenido. Con ello, eso sí, y gracias a un valor casi sobrenatural creado por el efecto mágico de las palabras, la sociedad receptora ha asimilado un marasmo de dogmas huecos elevados a verdad absoluta. La teoría del cambio climático, por otra parte muy interesante y digna de estudio y consideración en muchos aspectos, es un ejemplo claro.
En nuestro país, patria de la afrenta verbal que ha costado hasta vida de poetas, nuestros políticos domésticos nos provocan estas frustraciones habitualmente por su confusión constante entre la valoración y la selección de hechos y de palabras.
El tema no tendría más importancia, si como digo, esta característica no representase una losa constante llegado el momento de enfrentarnos con las consecuencias derivadas de esta secular falta de aptitud.

Nuestra presente situación real en el marco transnacional es una buena prueba de ello.
Hoy, como otras tantas veces, nos inunda una profunda melancolía al observar la cruda realidad sobre el papel al que hemos sido relegados dentro de los ámbitos de decisión de la civilización occidental, dominada por el modelo sociológico anglosajón; modelo que, de partida, denostamos y por tanto desconocemos.
Comprendo que alcanzar el conocimiento del justo valor de las palabras y de los hechos, en el ámbito de la siempre perversa diplomacia mundial, es una tarea que conlleva tiempo, estudio e inteligencia. En nuestro caso, la estrategia en política exterior se ha basado en la frase hueca y en la postura estéril, en definitiva en la fuerza mágica e ilusoria de la palabra como fuerza demagógica y transformadora de la realidad, en este caso acompañada también por la elección desafortunada de los hechos a representar. Esta fórmula tal vez triunfó en él ámbito interno, pero en el exterior es otra historia.

Este carácter de política exterior asamblearia, construida sobre sentadas ante banderas, dejadas en la estacada, y abrazos a personajes cuestionados, ilustra lo mal que casa la ingenuidad con la diplomacia. Sí perseguíamos algún fin, y esta es otra cuestión, el fracaso ha sido estrepitoso. Las conclusiones son desoladoras, no sólo por el hecho derivado de las propias consecuencias, sino por la evidencia de que la falta de talento es tan profunda en los que rigen nuestros destinos, que éstos ni siquiera son conscientes del simple catón que enuncia la imposibilidad de cambiar nada si no se está dentro del sistema que se pretende cambiar.
Algunos políticos anteriores sí tuvieron claro este concepto y actuaron en consecuencia. Sobre el pago que les dimos prefiero ni entrar.

Desafortunadamente para nuestro futuro a corto plazo, los hechos objetivos representados son mucho más importantes, para los que los juzgan desde dentro del sistema, que un millón de discursos bien intencionados.
Mientras no comprendamos que el mundo al final se mueve por hechos y no por palabras y que, por tanto debemos ser extremadamente hábiles en los que nos toque representar, no sabremos encontrar un sitio en él mundo, y desde luego seremos incapaces de cambiar nada, sí es que esta es la intención, que así parece.
Durante una buena temporada seguiremos peleándonos demagógicamente por el valor de las palabras, confiando ingenuamente en que seremos capaces de cambiar las cosas sin siquiera formar parte de ellas, eso sí, suplicaremos hasta el último instante para que una palabra suya baste para sanarnos....

viernes, 24 de octubre de 2008

“En una ocasión, cuando yo vivía en la ciudad de Nueva York, fui invitado a una cena en petit comité con una Infanta de España. Durante la excelente velada en casa de mi amigo, la Infanta preguntó a cada uno de los invitados su personal y sincera opinión sobre la gran manzana. Cuando llego mi turno, espeté:

-Para mí Nueva York es la ciudad del mundo donde se da la mayor concentración de hijos de perra por metro cuadrado...-

La cara de la señora ni se inmuto gracias a su ejemplar entrenamiento. La de nuestro anfitrión cambió de color. Me consta que aún recuerda la anécdota con hilarante desolación. La Infanta también.

Son los riesgos a los que nos exponemos cuando pedimos opiniones sinceras...”

Anecdotario personal

miércoles, 22 de octubre de 2008

Memoria RAM

"La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido" -Milan Kundera

Mantengo grandes lagunas con respecto a lo que verdaderamente sucedió durante aquel fatídico 11 de Marzo de 2004. Digan lo que digan, son muchos todavía los hechos por aclarar. Entre todos los sucesos no aclarados convincentemente, antes, durante, y después de aquella jornada, siempre me llamó poderosamente la atención uno en concreto: la exhumación y destrucción, el día posterior a su sepelio, de los restos del GEO que falleció en el operativo. ¿Quién, por qué, y con qué fin se cometió esta barbaridad sin sentido aparente? No sé sí algún día lo sabremos, pero hace unos días me he desayunado con esta inquietante noticia, más de cuatro años después, que viene a sumarse a la lista de puntos oscuros, y sin aclarar hasta el día de hoy:

Martes, 21-10-08 (Diario ABC)
-MADRID. Baltasar Garzón dejó ayer en libertad a los diez marroquíes detenidos la semana pasada por agentes de la Comisaría General de Información de la Policía. Los arrestados, según el Ministerio del Interior, estaban acusados de ayudar a huir a cinco «yihadistas» vinculados al 11-M

Lo más importante en este caso, aparte de la noticia en sí misma, es esta frase concreta: “Los arrestados, según el Ministerio del Interior, estaban acusados de ayudar a huir a cinco «yihadistas» vinculados al 11-M”.

¿No hemos escuchado al gobierno en pleno repetir que con el proceso judicial del 11 M el tema estaba cerrado, y repetir también hasta la saciedad que los allí encausados y posteriormente condenados eran los únicos implicados?

Esta noticia ha pasado prácticamente desapercibida para la opinión pública.
Yo personalmente no entiendo nada, y aún entiendo menos la falta de reacción de una sociedad adocenada y desmemoriada, que ese día perdió su dignidad como pueblo al olvidar la terapéutica y necesaria búsqueda de la verdad.

Temis la tricéfala

"En tiempos de injusticia es peligroso llevar la razón" - Anónimo

Siempre en vano, tratando de encontrar una nueva respuesta, me topo con la noticia de la protesta de los jueces. Supongo que cada cuál tendrá una opinión creada al respecto, algunos incluso basando sus argumentos en la evidente y dirigida campaña mediática contra ellos, quizás y como siempre, para evitar entrar en el verdadero problema de fondo.
En este caso, a mí me han llamado poderosamente la atención los siguientes datos:

- Los jueces dependen, a todos los efectos, del C.G.P.J.(Gobierno corporativo)
- Los secretarios de juzgado dependen del Ministerio de Justicia (Gob. Central)
- Los funcionarios de justicia dependen de sus respectivas consejerías autonómicas en cada parte de España. (Gob. Autonómicos)

Sí estos datos son veraces, me asaltan las siguientes preguntas:

¿Cómo puede funcionar una misma empresa con tres “amos” diferentes? ¿Es razonable mantener un esquema tan ingobernable en nuestra administración de justicia?

Cuando he señalado que dependen “a todos los efectos”, incluyo los políticos, económicos, administrativos, sancionadores, etc., es decir todos los efectos deseables e indeseables afectos a sus respectivas estructuras jerárquicas; tres perros con diferentes collares según cada coyuntura.
La mayoría de los españoles desconocen este extremo organizativo, completamente demencial, en éste y otros ámbitos de nuestra absurda configuración administrativa.
No soy un experto en la materia, pero si a este cóctel le añadimos nuestras añejas y napoleónicas leyes de enjuiciamiento y normas procesales, las peculiares circunstancias formativas, laborales y sindicales de nuestro país, y una falta de respaldo presupuestario como remate, ¿Quién se puede atrever a siquiera esperar de este engendro una respuesta justa, rápida y eficaz?

Lo lamentable en este asunto, dilatado en el tiempo y sufrido por el probo ciudadano desde el principio de la democracia, es que ninguno de los tres escalones involucrados ha querido entrar nunca en el fondo del problema, denunciando de partida la inviabilidad del sistema tricéfalo que hemos construido, convirtiéndose de facto en cómplices de la situación en la que estamos. Hemos hecho de España un inmenso puzzle administrativo con fuerte dependencia política, y este es sólo un ejemplo más de la falta de sentido común que hemos aplicado en la construcción organizativa de nuestro país, que día a día parece más inviable, hasta para los más voluntaristas.
No me atrevo a adentrarme más en los entresijos concretos de una trama compuesta por personajes que Quevedo ya retrató con profusión e innegable gracia. Lo que a mí me parece, es que sí gobernar la venda sobre los ojos de una sola cabeza es ya de por sí una tarea casi imposible, ¿qué podemos esperar de la intención de conseguirlo sobre tres?

sábado, 18 de octubre de 2008

“Los autómatas son los autónomos del futuro. Lamentablemente ellos también serán invisibles a ojos de los políticos pese a los visionarios optimistas que soñaron con su levantamiento”
Aforismo personal

viernes, 17 de octubre de 2008


Baltasar o la España prometéa; crónica de una íntima tragedia

“La fiscalización perpetua y parcial del pasado conduce inevitablemente a la autodestrucción sistemática de cualquier futuro” Aforismo personal

A finales de 1975, mi padre vivió esta curiosa escena; mientras esperaba la salida de un vuelo en el aeropuerto de Barajas, no pudo dejar de escuchar la conversación de dos personajes, que con aspecto inequívoco de militares afectos al régimen, se tranquilizaban mutuamente con esta enigmática frase: “Ahora hay que mantener la calma, todo está atado y bien atado. Con esto cambios conseguiremos que no cambie nada”. En aquellos tiempos de incertidumbre, esta frase inquietó justificadamente los indiscretos sensores auditivos de mi padre.
Una vez transcurridos los años, he llegado a la conclusión de que lo que escuchó mí progenitor no fue otra cosa que el eco rapaz de nuestra historia ancestral, repetida hasta el presente.

Yo soy de los que efectivamente piensa que en el fondo, nada o muy poco ha cambiado. No me estoy refiriendo al ámbito político, en el que probablemente han cambiado incluso irracionalmente demasiadas cosas, sino al ámbito sociológico. Pero esta inmovilidad sociológica, originada probablemente en nuestra eterna condición feudal no es imputable a ninguna época concreta o reciente de nuestra historia, sino a toda ella incluyendo nuestro rabioso presente. Algunos autores patrios, más bien pocos y siempre estigmatizados, también concluyeron lo mismo: Los españoles somos víctimas de nosotros mismos.
Nuestro destino como pueblo invertebrado se asienta sobre tierras conquistadas y reconquistadas, plagadas con restos óseos y charcas de sangre seca de imposible fertilidad. Esto ha conformado una forma de estar en el mundo que fomenta una catarsis permanente equiparable al tesón del arado primitivo ante cada nueva perspectiva de labranza. La catarsis de la catarsis, que acaba irremediablemente convirtiéndose en un reflejo melancólico de la inmovilidad sociológica y cultural, salpicada continuadamente por vientos de revancha.

Cada pueblo, como dice mi admirado Toynbee, está dotado con unas particulares características determinadas por sus circunstancias, y el nuestro mantiene unas cuantas que, entre otras cosas, hacen imposible el desarrollo de una democracia elemental hasta que no se produzca una profunda y quimérica transformación sociocultural, gran fracaso por otra parte de los politicos responsables de nuestro actual sistema. A las pruebas me remito: nuestra incompatibilidad con este modelo de convivencia será consustancial a nosotros mientras nuestro comportamiento sociológico se cierre en banda a la posibilidad de admitir las virtudes positivas de al menos algunos actos de nuestro oponente o antecesor. En nuestra obtusa construcción mental, cualquier suceso anterior siempre ha sido nefasto y siempre encontraremos un iluminado dispuesto a denostarlo. Este es nuestro sino, una política de tierra quemada que se aplica en todos los ámbitos de nuestra sociedad, en el que el “corte” de la historia elegido para reiniciarla responde únicamente a los intereses de una parte, olvidando al resto en el mejor de los supuestos, cuando no condenándolo al fuego eterno. De esta forma las posibilidades de un futuro “constructivista” encaminado a mejorar el porvenir de nuestros descendientes aprendiendo de los hechos positivos siempre será imposible.

Este fenómeno intrínseco a nosotros, y en manos de "los unos o los otros" se ha producido sistemáticamente desde hace siglos y desgraciadamente parece que nos perseguirá hasta el fin de nuestros días como parte de nuestra íntima tragedia.
En nuestro caso, al menos sabemos que nosotros mismos aunque con distintos collares ideológicos en cada momento, somos las águilas que nos devoran las vísceras, siempre incansables al desaliento, y por toda la eternidad.
Yo no tengo ninguna otra opinón más al respecto, salvo la que aquí he expresado.

miércoles, 15 de octubre de 2008

UNA DE PERROS

Todo lo que vivimos es digno de ser vivido. Tu actitud para afrontar la vida es mucho más importante que tu propia vida. Proverbio ZEN

Hoy me voy a limitar a resumir una de mis historias favoritas:

“Hace muchos años, un perro joven y valiente se aventuró a salir del poblado que solía habitar. La culpa quizá la tuvo algún ruiseñor juguetón, que disfrutaba mientras el perro perseguía inútilmente sus cortos vuelos, entre los arbustos plagados de flores silvestres. Tras un sinfín de carreras atravesando prados y arroyos, aquel malévolo ruiseñor desapareció y el perro, de pronto, se dio cuenta de que había llegado demasiado lejos. Miró a su alrededor y notó que el paisaje que le rodeaba ya no le era familiar. Pronto asumió su situación; se encontraba perdido.
Sin saber exactamente que dirección tomar, se decidió a avanzar en línea recta envuelto en aquel desconocido paisaje. Tras mucho caminar llegó hasta la orilla de un gran río. Se encontraba exhausto y desorientado. Aquel obstáculo aparentemente insalvable se hacía infranqueable ante sus ojos, mientras su instinto le decía que, tras él, se encontraba el camino de vuelta a su hogar. Añoraba el poblado que imprudentemente abandonó, pero el miedo le impedía siquiera plantearse el vadeo de aquel inmenso caudal de agua. Decidió avanzar en paralelo al río en busca de un paso franco. Tras caminar unos minutos entrevió entre la maleza de la ribera un puente que unía ambas orillas. En medio del puente se alzaba un imponente palacio de cristal y espejo. Muy contento con el descubrimiento se dirigió de inmediato a él.
Al aproximarse al inicio del puente se topó con otro perro. Este era un ejemplar soberbio, un macho adulto que inspiraba miedo. Nuestro joven protagonista se atemorizó en un principio. Sabía que cruzando aquel puente se acabarían todos sus desvelos, pero las incertidumbres continuaban atenazándolo. De la forma más amistosa posible se aproximó al perro grande. Una vez hechas las presentaciones, el perro grande le explicó, que efectivamente ese era el camino de vuelta a su casa, tal y como nuestro amigo había supuesto instintivamente. El también se encontraba perdido. Nuestro protagonista inmediatamente le propuso cruzar el puente juntos. El perro grande sin embargo le espetó: -Será mejor que el puente lo atraviese yo primero, tu eres demasiado débil, y si surgen complicaciones no serias más que un estorbo. Cuando me veas salir al otro lado del puente podrás pasar.
Dicho esto, nuestro amigo se sentó resignado en el inicio del puente, mientras el gran perro comenzó a avanzar hasta adentrarse tras la puerta del palacio de cristal. Nuestro protagonista confiaba en ver salir a su compañero por el otro extremo del puente pero esto no sucedía. A los pocos instantes comenzaron a escucharse fuertes ladridos y frenéticas carreras. El perro salió despavorido por la misma puerta que acababa de franquear. Nuestro amigo desesperado preguntó: -¿Qué ha pasado?-, -¿Quién te ha atacado?- El perro jadeante le contestó: -Hay cientos de perros ahí dentro, he tenido que salir huyendo ante sus amenazas, y lo que es yo, no pienso parar de correr hasta no encontrar otro puente. Y así lo hizo.
Nuestro amigo volvió a sentarse mientras meditaba sus posibilidades. Estaba verdaderamente exhausto, la noche se acercaba, y no quería ni pensar en tener que retomar un largo e incierto camino, encontrándose tan cerca de su destino. Finalmente decidió probar. No tenia demasiado que perder.
Sigilosamente comenzó a avanzar. Pronto llegó a la puerta abierta de aquel impresionante edificio construido con millones de cristales y espejos. Se encontraba resignado y a la vez determinado con su destino. Prefería morir en el intento a vagar nuevamente sin un rumbo fijo. En silencio, y con delicadeza en cada uno de sus movimientos comenzó a avanzar. Cuando alzó la vista vio cientos de perros que le observaban en silencio. Volvió a bajar la cabeza y continuó avanzando. Por el rabillo del ojo vio que los cientos de perros, reflejados en las paredes, avanzaban también en silencio y sigilosamente con él, hasta llegar a la salida. Una vez traspasada la puerta comenzó a correr y a los pocos minutos se encontró de nuevo en su añorado poblado.
Mientras jugaba, el ruiseñor le miraba, posado en la rama de un cerezo, con cara complacida."

viernes, 10 de octubre de 2008


LA TEORIA DE LA REFLEXION DE LOS QUASARS Y OTRAS DIVAGACIONES ESPECULARES
A mi hermano José. Katsu!

"Los conceptos y principios fundamentales de la ciencia son invenciones libres del espíritu humano." Albert Einstein

Hace unos cuantos años leí un magnífico libro que recopilaba las teorías fundamentales de Albert Einstein. De entre todas, hubo una que me fascinó, titulada “Teoría de la reflexión de los quasars”. Los quasars están considerados como los astros más luminosos del Universo, y su origen se encuentra en la colisión entre dos galaxias. Se especula con la existencia de un agujero negro en su interior y se caracterizan por la tremenda cantidad de radiación que emiten. Con esta teoría Einstein demostraba matemáticamente la explicación al fenómeno de “simetría reflejada”, concluyendo que por cada quasar detectado existía un reflejo del mismo en otra parte del Universo. La Teoría, como digo, está comprobada desde un punto de vista matemático, pero no existe por ahora constatación empírica de la misma.
Poco tiempo después contrastaba con mi hermano las conclusiones de mi lectura, centrándonos sobre todo en la asombrosa peculiaridad que representa en la naturaleza la reflexión de la luz. Mi hermano desarrolló de inmediato una interesante teoría que abundaba en el carácter casi sobrenatural de las propiedades de un simple espejo; y es que los espejos son objetos realmente peculiares...
Cualquiera puede hacer este simple experimento con un espejo colgado en nuestra pared: Sí nos situamos frente al espejo observaremos el fondo de la estancia reflejado en él. Sí comenzamos a movernos por la estancia, sin dejar de mirar al espejo, observaremos que el fondo lógicamente también varía, y dependiendo del ángulo, la imagen reflejada va abarcando otros puntos diferentes. Con estas variaciones (que obviamente se producen por el cambio de posición del observador) podemos llegar a abarcar toda la estancia. La primera conclusión que podemos extraer es esta:
El espejo es capaz de reflejar todos y cada uno de los rincones de la estancia. Por decirlo de una manera comprensible, es capaz de contener toda la información de la estancia, y de hecho la contiene, convirtiéndose en una “máquina” de almacenamiento de datos. Obviamente nosotros como simples observadores, no tenemos la capacidad de mantener miradas simultáneas, pero esto no impide que el espejo mantenga en su esencia su propia integración de reflejos/conocimientos, aunque no lo estemos observando. El espejo por tanto, atesora una enorme cantidad de información y además no emplea ninguna energía para funcionar como tal. La segunda conclusión lógica, es que sí reducimos el tamaño del espejo hasta dimensiones ínfimas, éste todavía conserva sus propiedades. La integración de puntos que conforman imágenes se producirá también a una escala diminuta, pero se continuará produciendo mientras la partícula en cuestión conserve sus propiedades reflexivas.
Imaginemos ahora este experimento aplicado al Universo: un espejo del tamaño de un botón sería capaz de contener la imagen reflejada de todo el universo (y aún nos asombramos por la capacidad de un vulgar microchip!). Todo esto es por supuesto constatable mientras exista al menos un observador fugaz. Las derivaciones incluso teológicas sobre este fenómeno son enormes, ¿existe algún ser con capacidad de observación simultánea (don de la ubicuidad), y por tanto de abarcar todo?. A todos nos sonarán familiares estas frases: “todos estamos hechos a imagen y semejanza de Dios”, “Dios lo ve todo”, etc... que cada cual extraiga sus propias conclusiones.

Desde luego la fascinación por los espejos es casi consustancial al hommo pensante desde tiempos pretéritos, y probablemente se inició con la temerosa mirada a una charca en calma, efectuada por algún ser primitivo; posteriormente han sido muchos los autores que han tratado el tema con profusión y originalidad, significándose entre otros el famoso Lewis Carroll.
No obstante a todo lo dicho hasta ahora, el enigma de los espejos continuará constituyendo un fascinante misterio, que tal vez sólo resolvamos el día en que nos toque atravesarlo, para entrar en un nuevo y desconocido universo. Por si acaso, y hasta la llegada de ese día, convendría afanarnos en que el nuevo reflejo, que nos desvuelve cada mañana este simple objeto cotidiano, nos transmita paz y armonía. Seguro que nuestro espejo será feliz.
“Siempre que he visitado Francia me ocurre lo siguiente; acabo concluyendo que es una de las pocas naciones que se conoce a sí misma. Si mi conclusión fuese correcta, esto bastaría para disculpar su antipático chauvinismo”

Aforismo personal

jueves, 9 de octubre de 2008


LA HYDRA-CRISIS ESPAÑOLA O A RIO REVUELTO...

“Todavía no encontré a nadie que se criticara a sí mismo con el mismo empeño con que critica a otros” J.J. Rousseau

El afán de los políticos por mantener a los ciudadanos en un limbo informativo empleando las manipulación, el sectarismo y la falta de realidad aplicados a las informaciones cotidianas, obtiene sus frutos una vez más en un país tan predispuesto al autoengaño y a la secular costumbre de no asumir responsabilidades como es el nuestro.
Nadie está haciendo un análisis riguroso de la situación y del futuro económico de España.
El actual gobierno, con gran habilidad para sus intereses como siempre, ha conseguido simplificar y embrollar la situación hablando (por fin) de "La crisis" como algo único. Se ha compuesto una melaza en la que todo vale para justificar una situación preocupante que se nos vende diariamente bajo la siguientes premisa: La culpa de la crisis la tiene Wall Street (el perverso imperio otra vez...) y es por tanto algo ajeno, y sobre lo que no tenemos control, ni solución. El argumento, aunque dogmático y sectario, es magnífico para eludir su responsabilidad en la situación real que vivimos. Esta premisa es completamente falsa.
Nosotros no padecemos una crisis, sino dos; una externa que es puramente financiera, y cuya repercusión real en los ciudadanos corrientes debería ser mínima, y otra interna que es la que se ha enmascarado, y nos debería preocupar seriamente. Esta segunda tiene carácter puramente estructural. La crisis financieras se capean con deflaciones mientras las productivas se saldan con procesos inflacionistas. En España estamos padeciendo un brutal encarecimiento de los precios desde hace meses, con difícil solución, y ello a grandes rasgos es achacable a las siguientes circunstancias:

- La pésima política industrial y económica de nuestros políticos.
- La desaparición de los Fondos de cohesión europeos
- Nuestro secular déficit energético
- Nuestra falta de competitividad en el mercado laboral
- El brutal e irracional gasto público

Bajo estas circunstancias se esconden unas totales faltas de capacidad, previsión, sentido común, realismo, y sensatez.
Bien es cierto que el complejo, carísimo, y a veces demencial sistema de administración político-territorial con que nos hemos dotado voluntaria e incomprensiblemente los españoles, dificulta el desarrollo de cualquier iniciativa estructural con carácter nacional.
En España, desde que se instauró la democracia, nunca ha existido un Plan Director en ningún campo. Es también cierto que la irresponsabilidad de los políticos ha impedido siquiera esta posibilidad, ya que para ello hubiese sido necesario entender que el desarrollo de un país es imposible mientras no se practique una política de Estado, consensuada y dilatada en el tiempo. Aquí padecemos en cada legislatura políticas sectarias que impiden la resolución de problemas estructurales (ejemplos bien claros son el desarrollo de infraestructuras hidráulicas o el lamentable sistema educativo del país). Pesa mucho más la ideología que el espíritu del bien común, y es por ello que la solución a nuestra crisis interna es doblemente preocupante. Todo lo demás son cuentos chinos y falsear la realidad. El que piense que cuando se arregle la crisis financiera internacional supondrá el fin de nuestros problemas económicos va listo. Entretanto seguiremos dando por valida la importancia del hecho diferencial que subraya las tremendas diferencias entre butifarras, chorizos y chistorras, hasta que un siglo de estos descubramos que todos son simples embutidos, como nuestros brillantes políticos.

miércoles, 8 de octubre de 2008


TEORIA DEL MAMIFERO BISEXUADO

“Los senos son los salvavidas de la muerte. Sólo agarrándonos a un seno nos podremos salvar”. Ramón Gómez de la Serna

Una de estas tardes de principio de otoño observaba a mi fiel terrier sesteando en el sofá bajo el tibio sol meridional. Tiene la costumbre de tumbarse panza arriba cuando llega a la fase que más reconforta su descanso. En ese momento, reparé en un punto negro que se marcaba en su vientre. Instintivamente aproximé mis manos para explorar entre su pelo en busca de algún indeseable parásito, y a los pocos segundos confirmé que aquel bultito negro no era más que uno de sus ocho pezones...
Momentos después me encontré investigando en internet sobre este asunto. Un pregunta obvia me rondaba la mente, ¿Por qué la naturaleza tan sabia y previsora nos ha dotado a los machos de cualquier especie mamífera con glándulas mamarias? ¿Para qué?
El asunto, por prosaico que parezca, no es baladí, y esconde las grandes lagunas del conocimiento humano en lo que respecta a su origen y evolución.
En la red se encuentran bastantes entradas sobre el tema, pero en definitiva ninguna hace más que detallar las diferentes fases de la embriogénesis, concretando en este proceso una muy concreta, denominada “fase de indeterminación del género sexual” comprendida durante las cinco primeras semanas de vida, en el caso de los humanos.
En esta fase inicial de la multiplicación celular, los científicos han llegado incluso a determinar el orden natural de programación de las células; en ambos géneros, femenino y masculino, la formación del sistema hormonal en el que se incluyen las glándulas mamarias, es común, e incluso anterior a las evidencias morfológicas que distinguen nuestro sexo, aunque este ya haya sido predeterminado en una fase preliminar a través de la composición cromosomática producida a partir de la conformación del cigoto. Esta comprobación científica bien contrastada, no acaba de aclarar el fondo de la cuestión, simplemente detalla el proceso, pero no así su causa y motivo.
Hemos de partir de la siguiente premisa: La naturaleza, y en concreto la evolución, nunca se mueve sin alguna motivación previa. La adaptación al entorno junto con el instinto de supervivencia es una constante defendida por Darwin en su famosa teoría.
Sería por tanto plausible que esas glándulas tuvieran alguna vez una utilidad práctica y hoy en día no son más que remotos vestigios de escenarios biológicos anteriores. Esto plantearía que los machos de cualquier especie mamífera, al menos en algún momento de su evolución, también nutrieron a sus crías. Mi teoría apunta aún más lejos, a un tiempo en que la especie se componía de un único sexo. Esto por extraño que parezca se sigue produciendo en la naturaleza, en formas celulares primitivas, e incluso en alguna que otra especie poco evolucionada.
Nuestra composición morfológica avala esta tesis. Los órganos sexuales, y en definitiva los sistemas reproductivos de los dos géneros existentes en la actualidad, son prácticamente simétricos y semejantes, y sin embargo han evolucionado en formas y funciones de una manera muy diferente. Ahora se sabe, por ejemplo, que el útero femenino y la próstata masculina son en esencia un mismo órgano.
Algunas de las cuestiones que podríamos plantearnos serían: ¿Cuándo se produjo la diferenciación de los géneros? ¿Por qué sólo uno mantuvo la capacidad de gestación? ¿Existió realmente un único genero sexual? Desde un punto de vista sociológico, la cuestión de la homosexualidad podría entenderse mucho mejor dejando al margen las especulaciones socioculturales. Sí antes existió un solo género, es probable que el individuo que se siente atraído por su propio género constituya en sí mismo un olvidado atavismo biológico. Los recuerdos celulares de estas personas mantienen una memoria más antigua que la de las personas que no sienten esta atracción.



En definitiva se acercan más al individuo original y ancestral. No sé sí alguna vez averiguaremos sí en esta evolución progresiva y tendente a la separación de los géneros se anticipó la biología o la sociología, el caso es que una vez divididas las dos subespecies cada una adoptó un papel diferente y complementario a la otra, en pos a mantener la supervivencia de cada especie. El momento concreto de este hecho en la cadena evolutiva es también un misterio. Desde un punto de vista religioso, es curioso constatar que casi todas las religiones adoran a seres que tenían la capacidad de reproducirse por medios no ortodoxos; concepciones misteriosas, autoconcepciones, en ello sin duda se encuentra el poso de nuestra primitiva memoria celular. No hay duda de que el individuo capaz de reproducirse sin factores externos seria una especie de Dios.
En un futuro se comenzaran a constatar estos hechos, y probablemente se avancen nuevas conclusiones de indudable importancia para conocer mejor el insondable misterio de la vida y de su origen biológico. Entretanto seguiremos especulando con un pasado mucho más peculiar de lo que pudiéramos haber imaginado.

lunes, 6 de octubre de 2008


EL RELOJ COMO INSTRUMENTO TERAPEUTICO Y TESTIGO COTIDIANO DE NUESTRA VERDADERA ESENCIA

“Tempus itinere”

Nadie podrá refutar que el control de la medida del tiempo ha tenido y tiene una trascendencia fundamental en nuestro torpe sistema vital.
Las aplicaciones y beneficios más evidentes de este avance son innumerables, sin embargo, casi nunca se relacionan con la base terapéutica que nuestras máquinas de medida cotidiana pueden proporcionar a nuestra conciencia íntima. En nuestro complejo sistema de percepción cognitiva solemos eludir las segundas lecturas de lo aparentemente evidente. El arcén de nuestra senda vital se halla repleto de señales a las que generalmente no prestamos la debida atención (así nos va...), y el reloj es una de ellas.
Medir algo siempre implica un intento por el control sobre este algo, o por lo menos un afán por abarcarlo y aprehenderlo. Una vez más luchamos contra otra ilusión de nuestros sentidos. Nuestra interacción con el transcurrir del tiempo es siempre relativa dependiendo de cada instante. Una simple mirada a nuestro reloj nos descubre que el itinerario es circular y no lineal. Las agujas volverán indefectiblemente al mismo punto de partida, en una carrera loca y sin final. ¿Quién persigue a quién? El segundero nos asombra con su velocidad, el minutero con su persistencia y la aguja horaria con su parsimonia. Dependiendo de nuestra situación momentánea las velocidades relativas de cada elemento cobran o reducen velocidad, demostrando su relatividad desde el punto de vista del observador. Así una y otra vez hasta el fin de los días en un ciclo intemporal. Esta simple y atenta observación nos hace evidente lo que nuestros sentidos únicamente aprecian desde planteamientos matemáticos, la tierra rota, se traslada, y avanza por el espacio. Nuestros sentidos no son capaces de observar lo evidente y buena prueba de ello ha sido el lento transcurrir de milenios hasta que el hombre ha comenzado, aún de forma primitiva, a localizar su aproximada posición en nuestro envolvente y estático universo cósmico inmerso en un permanente movimiento.
Toda esta magia se esconde tras el aparentemente ingenuo baile de las manecillas de mi reloj de pulsera, que como la luz de un faro destelleante en medio de la inmensidad de un océano cósmico, tiene a bien regalarme en cada mirada. Cada destello, cada intervalo, es un aviso a los navegantes. Nos confirma que la aprehensión es del todo vacua e inútil. Una ilusión más de nuestros sentidos. No se puede medir lo que no existe, y nuestro fiel instrumento de medida, paradójicamente, nos lo recuerda constantemente. Esto nos lleva a concluir que la vanidad del ser humano no se resigna ante su destino circular, al haber creado algo que le recuerda constantemente que nuestros mejores instantes escapan sin remedio. ¿Puede haber por tanto algo más valioso que este objeto animado, que de una forma tan desinteresada, cotidiana y evidente nos apercibe de la existencia de la no realidad abriéndonos la puerta a la meditación necesaria para la valorar adecuadamente e intentar repetir esos instantes que nos han hecho mejores? Esta característica eleva su condición a la de un maestro personal, de bolsillo, pared, o pulsera y por lo tanto lo hemos de reverenciar y aprender de sus enseñanzas. Sólo los maestros han llegado a determinar que no busquemos respuestas ya que no hay preguntas posibles...
Tras estas inútiles y momentáneas reflexiones, os dejo para reunirme con carácter de urgencia con mi modesta curia de pequeños sacerdotes particulares; un día más, se afanarán como siempre ajenos al desaliento, (¡vana aspiración!) en hacerme llegar su grito de Katsu encriptado entre los silencios de su tic-tac.
Habrá que estar atento...
"Una línea recta es la distancia mas peligrosa entre dos puntos cualesquiera"

Aforismo personal

sábado, 4 de octubre de 2008

LA CAIDA DEL IMPERIO Y OTRAS FALACIAS DEL MOMENTO

"Hoy será un día mejor que mañana, pero por si acaso, comienza a estudiar cantonés..."

En los tiempos que vivimos, imbuidos en una globalización informativa siempre superficial, tendenciosa y evanescente, hemos entrado en un ciclo de pesimismo generalizado con respecto al futuro financiero del planeta. En esta situación todas las miradas se han vuelto contra la capital financiera del planeta (New York) que se debate por mantener la entereza ante el aluvión de críticas que su forma de proceder ha generado, en primera instancia en sus propias carnes.
El primer punto significativo en este asunto consiste en que, curiosa y contradictoriamente, las críticas más feroces con respecto al sistema de libre mercado proceden de los que durante años hemos seguido a pies juntillas sus dictámenes, aprovechándonos de sus virtudes en los tiempos de bonanza. Cuando las cosas van razonablemente bien nadie protesta, y sin embargo cuando el viento arrecia y la marejada se recrudece, se produce la consabida reacción siempre furibunda, encaminada a exigir responsabilidades por la actual situación. Esta reacción, que encubre entre otras cosas, la falta de responsabilidad colectiva tan habitual en la condición humana, sería algo parecido a jugar habitualmente en un casino y armar un alboroto cada vez que la suerte nos es adversa, vaticinando además el fracaso del azar como garante de nuestro futuro...
Es en este punto en el que merece la pena hacer una reflexión objetiva frente al regocijo de los que proclaman el fracaso del sistema. Según mi opinión, lo que está sucediendo no sólo no ha sido un fracaso del propio sistema, sino mas bien al contrario, el primer gran éxito de su espíritu.

El sistema liberal-capitalista aboga persé por la democratización del acceso, apertura y expansión del sistema financiero a cualquier individuo, posibilitando con ello la conformación de nuevos mercados. Cualquier otro sistema político-económico que se haya intentado en nuestro planeta hasta ahora, jamás ha considerado esta posibilidad (léase marxismo-fascismo, etc...), basando siempre la redistribución de la riqueza en las restricciones dimanadas del mandato de una oligarquía rectora. Uno de los fines por tanto del sistema capitalista liberal, es constituirse en un proceso abierto y por ende, ampliable hasta su universalización. A lo que realmente estamos asistiendo ahora, no es ni más ni menos que a la primera consolidación tangible de la expansión del sistema.
No hay más que echar un vistazo al auge experimentado por las economías de los llamados “países emergentes”, (sería mejor denominarlos en adelante “países asimilados”). Dicho auge incuestionable ha sido posible gracias a su reconversión al sistema imperial, y nutriéndose además de los recursos, esquemas, y reglas de juego que el imperio ha exportado.
Es también cierto que este movimiento está produciendo, aparentemente, un cambio de eje en el planeta, hecho por otro lado inquietante para los hasta ahora más privilegiados, pero consustancial a la expansión de cualquier sistema económico. Pero que nadie se llame a engaño, gracias a nuestro ahora denostado sistema, estos países “asimilados”, China, Rusia, India, etc... están saliendo de la pobreza secular que han padecido durante siglos bajo la bota de regimenes cerrados que provocaron su anterior estancamiento y miseria colectiva. Alguien podrá argüir también que la distribución interna de estas riquezas no es del todo justa en los mencionados países, pero sí el sistema se mantiene, este punto también se corregirá con el tiempo, obligado por la nueva y futura presión social que hasta hace poco se veía coartada y sin expectativas gracias a la opresión ejercida por sus sistemas de gobierno totalitarios.
El sistema de libre mercado es por tanto tan perfecto en su condición de ente socializador, que es capaz no solo de restablecer una democracia individual en la distribución de la riqueza, sino que todos los que se asimilen a él se beneficiarán de una redistribución global y colectiva, aunque ello paradójicamente incluya transitoriamente la perdida del nivel de riqueza de sus adalides e impulsores originales.

Por lo tanto, como mensaje para los que disfrutan con la idea de una caída del imperio, y de su sistema liberal capitalista: No se engañen, el sistema capitalista no sólo no se encuentra en crisis, sino que con todas sus imperfecciones, se amplía y extiende a otros rincones del globo. En definitiva, la solidaridad se globaliza, aunque a los que más la proclaman sectariamente no les guste padecer el efecto de la expansión de la misma, como casi siempre, en sus propios bolsillos.
La única diferencia, con respecto a la situación anterior es que, por ahora, el dinero lo tienen ellos y no nosotros. Es el precio que debemos pagar por la extensión de la democracia y la libertad.